H
Cabezas
agachadas hacia el cielo, miradas tristes.
Los
asesinados nunca habían estado vivos.
Los
familiares ni se presentaron para dar el pésame a los desconocidos.
Un
“te quiero” se escuchó en el escenario del crimen.
Una
rosa empapada en sangre cayó al suelo.
Ese
fue el arma homicida.
Aunque
no se sabe quien murió primero,
si
los amantes o el corazón sin consuelo.
¿Y
ahora qué hago?
¿Y
ahora qué?
Ni
siento ni parezco,
ni
odio ni aliento.
Después
de todo nada.
¿Y
todo para qué?
Pasé
el verano pensando en el invierno.
Queriendo
el frío.
Nostalgia
absurda en noches del estío.
Ahora
que ha llegado, me noto indiferente.
Será
porque cada vez que viene todo muere.
Los
árboles mueren, sus hojas perecen.
El
gélido viento nuestros huesos adormece.
Las
personas alienadas van a sus trabajos y vuelven.
Y
todos sobreviven mientras mueren.
¿Y
ahora qué?
Ni
duermo ni sueño,
porque
ni como ni quiero.
Sufrir
para seguir viviendo.
¿Y
para después de todo qué?
Malvas.
Que
alguien me explique el sentido,
de
caminar hacia el precipicio.
A
tus espaldas precipicio.
En
frente el precipicio.
A
ambos lados sólo precipicio.
¿Y
ahora qué?
Caos
Vivo
en el caos.
Soy
el caos.
Me
siento a gusto en el caos.
Las
ideas fluyen en el caos.
Somos
reales en instantes de caos.
Curvas
de Gaudí, perfecto caos.
La
locura, la demencia, el arte, puro caos.
El
equilibrio está lleno de caos.
Escribo
porque mi mente es un caos.
Las
estrellas escupidas sobre el cielo,
fruto
del caos.
Repites
la palabra y pierde el sentido.
Eres
fruto del más bonito de todos los caos.
El
orden, lo impoluto, está lleno de caos.
Soy
un mero desastre,
pero
sé convertir mi caos en arte.
Mis
principios están en el caos,
Pero
marca también mis finales.
El
caos es bello, es imperfecto,
es
libre, es eterno.
No
intentes ordenar el caos,
no
te pertenece.
Tripas
sin corazón.
Somos
obras de arte,
nuestra
epidermis, un folio en blanco.
Pero
si empiezo, me falta piel
para
contar quién soy a base de tinta.
Pintura
negra en uñas recién mordidas.
Cicatrices
rojas en dedos corazón.
Pudo
hacerla desaparecer,
porque
era polvo,
pero
no sopló.
Está
en esa cajita,
echa
de tripas,
pero
para nada, (en su) corazón.
3:00
Porque
a las tres de la mañana
la
ciudad es más bonita.
Las
personas son más reales.
Las
verdades más sangrantes.
Y
la soledad más infinita.
Y
ya está.
No
se trata de que los planetas se alineen,
ni
de que el universo conspire contra ti.
Al
universo no le importas.
Sólo
que hoy parece que nadie te tiene en cuenta,
tus
planes te los han jodido,
y
todas las canciones te suenan igual.
Cualquier
comentario te parece un ataque,
y
no tienes ganas de defender nada.
Tan
sólo te chirrían los oídos con la palabra amistad.
Ves
la foto de los demás sonriendo y estallas.
¿Por
qué ellos sí y yo no?
Hay
días que es mejor no salir de la cama,
y
ya está.
00:24…
Rodeada
de gente, de cariño.
A
las puertas de la muerte.
Pero
sola en medio de la multitud.
Cuantos
más abrazos, más vacío.
Cuando
más calor, más siento el frío.
Apoderándose
de mis entrañas.
Con
manos de hielo, coge tu alma.
La
mira como un niño cuando pisa su juguete.
Y
esas manos con hielo, la cortan.
Y
aunque el corazón te siga palpitando,
el frío ahí se aloja. Para siempre.
Como
una espina se va clavando,
cada
vez la herida es más profunda.
No
lo cura la compañía.
Porque
la soledad no se mide en personas,
sino
en trozos de hielo clavados.
Sus
cortes no serán curados.
Hasta
que Soledad sea sustituida por Muerte.
Él
sí canta.
La
voz, se corta. No suena.
Se
esconde. Se cierra.
No
expresa y pesa.
Porque
eres víctima y presa,
del
miedo.
Temes
caer, fracasar,
perder,
decepcionar.
Y
tu voz se empieza a quebrar.
Y
el silencio habla por ti, cobarde.
Porque
la voz no puede pero el miedo sabe,
y
canta.
NO,
y punto.
No,
no me gusta que me silbes
cuando
voy empanada por la calle mirando el móvil.
No,
no es un piropo meterte con la alimentación de mi culo.
No,
el corto de mi vestido no es por ti.
No,
el color de mi ropa interior no es por ti.
No,
los heteros también lloran.
No,
el color de mis labios no determina cómo soy.
No,
podría no depilarme pero si lo hago es porque me gusta no porque el resto mire.
No,
esa chica no es una guarra porque esté con tu ex novio.
No,
esa chica no es puta porque sea más segura que tú.
No,
mentiría si dijese que me quiero pero es mi problema.
No,
puedo pesar 45 ó 90 kilos si estoy sana.
No,
no quiero dejar de bailar por unos zapatos.
No,
no quiero semáforos con faldita.
No,
yo sólo quiero las mismas oportunidades.
No,
si quiero ser madre o no, no debería condicionar mi carrera.
No,
ser madre soltera no debería esclavizarme.
No,
en caso de que mi ropa interior se marque no te da derecho a nada.
No,
que a ti no te guste que vista con ropa ancha
me
entra por un oído y me sale por otro.
No,
como juego al fútbol mejor que tú y llevo el pelo corto,tu defensa es llamarme
marimacho.
No,
si soy lesbiana no es porque nunca haya estado con un “machito” como tú.
No,
si me maquillo es porque gusta.
No,
os quejáis todas del machismo y somos las primeras que nos atacamos.
No,
que si quiero bañarme en burkini me baño.
No,
quiero hacer topless, no eres quien para impedírmelo.
No,
el “igualismo” no existe.
No,
tú no eres un “hijo de puta” porque tu madre no tiene ninguna culpa.
No,
el tamaño de mi escote no es inversamente proporcional a mi inteligencia.
No,
ninguna ley debería obligarme a hacer algo que no quiero.
No,
si me violan no es por mi falda.
No,
no me toques, no debería repetirlo.
No,
que una chica llegue lejos en la TV
no
es por la calidad de sus rodilleras.
No,
que si nos cabreamos no es por la regla.
No,
la igualdad no existe si todos los jefes son hombres.
No,
el día de la mujer trabajadora es lo primero que nos diferencia de ellos.
No,
no asumas que igualdad de derechos
es
que quiera ser tratada como un hombre.
No,
no debería tener miedo a andar sola a las dos de la mañana.
No,
tu primera reacción cuando tengo novia no pueden ser tus fantasías.
No,
mi falda no la tienes que levantar.
No,
si soy bi no es por tus tríos.
No,
por el color de sus pantalones no es gay.
No,
si quiero mis tacones pueden dejarme por encima de ti.
No,
no es justo que para vender se puedan enseñar los pechos y para protestar no.
No,
los príncipes azules no existen y que tú no debes esperar a ser princesa.
No,
no me educaron para ser una mantenida.
No,
es mi cuerpo y si no quiero no lo tocas.
Sí,
este poema podría seguir escribiéndose
(por desgracia)
pero
espero que te haya quedado claro,
Enhorabuena. Me gusta tu poesía pero no olvides pulirla con el "labor limae" de Horario ¡Ánimo! Sigue escribiendo. Y ajustándome a la puntuación dada en el blog, te pongo un "guay".
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